A mi madre

domingo, 1 de mayo de 2016
Hoy más que nunca me acuerdo de tí. Y no tiene que llegar este día para recordarte, porque siempre de una manera u otra estás conmigo.
Es increíble que llevo escasamente 4 reglones escritos, y ya estoy con varios lagrimones derramándose por mis mejillas.

Me cabreo muchísimo, cuando quiero recordar momentos contigo y no tengo tantos como quisiera tener. Coincide, que mi memoria de mi niñez no es tan buena como desearía, y que también por desgracia, me dejaste con tan solo 10 añitos.
Tantos años sin ti, no han hecho que mis sentimientos se borren ni un poquito; al contrario, te extraño cada vez más.

Te recuerdo perfectamente en los momentos que me duchabas y me querías lavar el pelo. SIEMPRE me ponía a gritar como una posesa porque odiaba que me cayera agua por la cara (sentía que me iba a ahogar). Y tú, con toda la paciencia del mundo y acariciándome el pelo, terminabas convenciéndome.
Otro recuerdo imborrable eran las noches viendo la "tele" en el salón. Tú sentada en el sofá, y yo tumbada con la cabeza apoyada sobre tus piernas, mientras me hacías cosquillitas en la espalda.
También, los incontables paseos desde nuestro bloque a casa de la abuela y viceversa. Cruzábamos toda la barriada y nos parábamos casi siempre en el kiosko de chuches o en el puestacillo de las patatas fritas recién hechas ¡¡¡¡hummmm, estaban riquísimas calentitas!!!!!!!!!
Un día por la mañana, recuerdo que estaba con mucha fiebre y no fui al colegio. Estaba acostada en la cama de mis padres. Me levanté para ir al cuarto baño y me empecé a marear de la fiebre tan alta que tenía. De ese instante, recuerdo perfectamente segundos antes de perder el conomiento, como mi madre salió corriendo de la cocina gritando, intentando que no cayese. No recuerdo si caí o no, solo que cuando recobré el conocimiento, mi madre estaba sentada en la cama junto a mí, abrazándome y dándome besos por toda la cara.
Sigo llorando.
Lo hicistes muy bien conmigo, porque no me enteré de nada en absoluto hasta que me dejaste definitivamente. No sufrí, mientras tú sí que sufrías por esa p... enfermedad. Tuvieron que darte morfina en tus últimos días, porque era inaguantable el dolor. Pero sí que aguantaste. Aguantaste porque querías escuchar en boca de tu hermana, como celebramos mi cumpleaños, que me lo pasé muy bien, y que no me di cuenta de nada. Hasta ese momento esperaste como una campeona, para irte 2 días después de mi décimo cumpleaños.

El último recuerdo que tengo de ti, es duchándote tú, y yo sentada en el váter. No se me olvidará en mi vida, la enorme cicatriz que tenías en el vientre a consecuencia de tu última operación. Te distes cuenta de que te la miraba, y me dijiste algo así: "Nunca imaginé que pudiera volver a casa, y volver a ducharnos juntas. ¿Has visto la cicatriz tan grande que tengo? Ahora estoy bien". No, no estabas bien. Creo que en ese momento, sabías que tu enfermedad había ido a más, que volverías al hospital y no nos volveríamos a ver.
Y así fue.

Ahora tengo un hijo. Sé lo que se sufre por ellos. Me gustaría criarlo junto a ti, que me dieses consejos, que le dieses tantos mimos como me los dabas a mí, que te quedaras con él cuando yo lo necesitase...
TE ECHO TANTO DE MENOS, PERO TANTO TANTO, QUE ME DUELE TAN SOLO DE PENSARLO.
TE QUIERO MAMÁ, NO ME DEJES NUNCA, AHÍ DONDE ESTÉS.


Escrito por Arwenundomiel


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